¿Cuántas suposiciones haces cada día en el mostrador de la farmacia?
¿Por qué hacemos suposiciones de manera consciente o inconsciente?
Parece que nuestra mente necesita respuestas para entender lo que pasa a su alrededor y, si no las tiene, las produce de forma automática. Ella misma genera la respuesta.
Rellenando esos espacios vacíos, aparece la suposición en nuestra mente. Porque suponer es más rápido y fácil que preguntar y escuchar, ya que nos sale de forma automática, nos mantiene en silencio y hace que no interactuemos.
En el mostrador de la farmacia, rompemos el silencio con la pregunta ¿algo más?, por ejemplo. Cuando lanzamos esta pregunta, dejamos de suponer que no quiere nada más, por eso preguntamos.
Pero… ¿Cuántas suposiciones haces cada día en mostrador de la farmacia?
Errores comunes que cometemos
Suponer que…
- Ya sabe para qué es eso que nos pide.
- Ya sabe las indicaciones de cada medicamento que sale en su tarjeta sanitaria.
- Sabe cómo tomarlo.
- Sabe cómo aplicar y qué cantidad.
- El médico se lo habrá dicho.
- Tendrá la tensión o el colesterol controlado.
- Sabrá que dos medicamentos pueden llegar a interactuar.
Todas estas suposiciones en el mostrador de la farmacia hacen que dejemos de dar muchos consejos necesarios, para mejorar el efecto terapéutico del tratamiento, para prevenir problemas futuros, para ayudar a la racionalización de la medicación y su buen uso.
Estas suposiciones se producen de forma automática, de forma inconsciente, por el miedo. Miedo de hacer preguntas por si no será correcto lo que vamos a preguntar, miedo por si nos entrometemos en la vida de la otra persona, miedo por hacer el ridículo con nuestra pregunta… El miedo nos paraliza, no deja que seas tu mism@. Por eso, cuando vamos hablar, lo hacemos temiendo.
¿Te pasa alguna vez cuando quieres lanzar un consejo y no sabes cómo empezar?
#CoachConsejo: recuerda que tanto en tu vida personal, como en el mostrador de la farmacia, cuando hay SUPOSICIÓN no hay COMUNICACIÓN.
¡Atrévete a preguntar, a buscar respuestas! Sal de tu zona de confort, deja de suponer y podrás ayudar con tus consejos, mejorando tu comunicación.
Realizar un cambio cuesta, sobretodo practicarlo; pero puedes empezar con cada atención que hagas en mostrador de la farmacia. Si lo hacemos una y otra vez, podemos crear un nuevo hábito.
