Antes que nada, dejaré claro que para generar motivación hay que crearla por uno mismo ya que ni se da, ni se compra; se genera. Es algo que hay que generar para dar sentido a la vida y en este caso a nuestro trabajo.
En este post os sugiero unos consejos para auto motivarse.
En primer lugar, empezaremos por lo más importante: Las ganas de cambiar. Cambia y sal de la zona de confort.
Es normal que en nuestro día a día en la farmacia entremos en lo que denominamos “zona de confort”, es esa zona que creamos cuando entramos en una rutina, monotonía en nuestra forma de hacer las cosas, cuando pasamos mucho tiempo haciendo siempre lo mismo, de la misma forma, sin recibir ningún tipo de satisfacción, sin objetivos, cuando automatizamos una acción hasta convertirla en algo aburrido y tedioso, ¡Esa labor que desempeñas cada día detrás del mostrador!
Por ejemplo: pasamos la mayor parte del tiempo más atentos a la pantalla del ordenador y a los precintos que cortamos casi de forma automática, de las colas, de la burocracia, de los pedidos, etc… Esa es nuestra “zona de confort”.
Hay una expresión que utilizamos de forma inconsciente, si sí, es esa que decimos cuando hemos terminado una dispensación: “¿Algo más?”
Sal de tu zona de confort y prueba algo nuevo cada día.
En segundo lugar, márcate un objetivo (alcanzable) y que cree satisfacción. Así como nuestras vidas son distintas, la motivación que necesitamos para afrontar los retos también ha de serlo. A cada uno le toca pues, diseñar su estrategia a medida.
Desde Coach Farmacia os propongo un objetivo que podemos llevar a cabo en las farmacias todos los días:
AYUDAR a las personas que entran en la farmacia a mejorar sus tratamientos (posología), prevenir, contrarrestar efectos adversos, en definitiva, ayudar con toda la formación que tienes y conoces.
No hay mayor satisfacción en esta vida que ayudar a otro ser humano. Tus pacientes/clientes precisan de tus conocimientos y de tu ayuda, te deben hacer avanzar hacia el objetivo. Debes de buscar el sentido a tu trabajo.
Así que crea ese objetivo, ayudar con el consejo farmacéutico.
En tercer lugar, marca una estrategia ¿Cómo vas a conseguirlo? ¿Qué debes hacer? ¿Cuándo lo vas hacer?
Aquí tienes que probar a hacer algo diferente, algo nuevo. Llevar a cabo tus acciones cotidianas de otra forma. Al principio nos puede costar, incluso cuando empezamos debemos esforzarnos, no sale de forma natural, también puede ser que nos sintamos frustrados, pero nos tenemos que centrar en los pequeños logros y en el esfuerzo.
Os propongo que empecéis a poner en práctica en todas las dispensaciones estos tres pasos:
OBSERVAR. Empatizas con el cliente.
PREGUNTAR y PREGUNTARTE: ¿Qué está ocurriendo detrás del mostrador a ese paciente/cliente? ¿Qué debería conocer? ¿Toma correctamente su medicación? ¿Puedo ayudarle con algún consejo?
Escucha. Antes de empezar a hablar debes de tomarte un tiempo para escuchar a tu cliente/paciente, averiguar cuál es su necesidad y sobretodo ¿Cómo le puedes ayudar?
Y por último lo más importante. No dejes de practicar las ganas de avanzar en la vida hacia objetivos nuevos ya que estos se aprenden ¡Practicando continuamente!
Hasta la semana que viene.
Carmen Fernández
Coach.
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