Después de todos estos años formando a equipos por diferentes farmacias de España, podemos decir que no todo depende de aplicar la técnica de consejo en la venta. Aunque aprendamos al pie de la letra la técnica, de poco sirve trabajar el contacto emocional con nuestro paciente.
El consejo NO es lo más importante, ni si realizamos una venta o no. La clave es lo que transmitimos, cómo se sienten nuestros clientes cuando hablamos con ellos, nuestro tono, forma de expresión… Por este motivo, hay que cuidar lo que transmitimos cuando comunicamos y empatizamos con ell@s. Necesitan emocionarse, saber cómo se van a encontrar cuando utilicen el producto que le recomendamos. De esta forma, les ayudaremos a tomar la decisión.
¿Sabías que decidimos de forma inconsciente desde nuestra parte emocional?
Por ello, es tan importante emocionar y finalizar con éxito nuestro consejo. No se trata de “soltar un rollo” ni tus propios argumentos de venta. ¿Por qué no pruebas en explicarle cómo se sentirá cuando utilice lo que le estas aconsejando? Así, conseguirás empatizar y emocionar.
Lo importante es humanizar el consejo, escuchar, saber cómo se siente, ponerse en su lugar, la medicación que toma… Cuando sabremos qué le pasa, entenderemos, sus síntomas, sus efectos adversos, sus interacciones, etc. Podremos adelantarnos para humanizar el consejo farmacéutico y tratar a cada persona. Así, en cada dispensación, crearemos una conexión humana única entre tu y tu cliente/paciente.
¡Emociona a tus clientes con estos consejos y llega a su corazón!
Trata a cada paciente de forma única y personal.
Una pregunta poderosa que hay que hacerse antes de empezar es ¿Cómo me gustaría que me trataran a mi para sentirme bien en la farmacia? El responderte te ayudará a empezar a empatizar con tu cliente.
Tómate unos segundos para empezar a entrenar todos los días y recuperar la vocación de servicio y:
- Observa
Postura corporal, su expresión, su tono de voz, su respiración. Cuando nos tomamos unos segundo para conectar con el interlocutor, creamos un buen ambiente y percibiremos que hemos conectado con él (al principio, lo haces de forma consciente y después, cuando se practica, ocurre sin darte cuenta).
- Escuchar
Para conectar con él, necesitas aplicar la escucha activa, la cual no se trata solo de escuchar, si no de observar sus ojos, su tono, sus gestos, atención total… Eso nos hará comprender mejor cual es la necesidad del paciente. La actitud es contacto visual y atención.
- Ser positivo
Aunque a veces nos cuentan cosas negativas, se quejan por sus problemas o se enfadan por recetas o burocracia, siempre tenemos que transmitirles positividad. En la farmacia podemos ayudarle: Prueba con un “se mejorará”, “en un momento se lo soluciona el médico”.
- Ensutiasmo
Cuando argumentes el consejo, trasmítelo con entusiasmo, emociona con tu argumento, explicándole qué resultado obtendrá, cómo se encontrará después. No escatimes en adjetivos positivos. “La protección solar le protegerá y le mantendrá la piel joven y sin manchas”, “cuando tome el prebiótico, tendrá bien las defensas y podrá prevenir enfermedades”.
Deja huella en tu cliente, empatiza, emociónale, crea experiencias únicas e inolvidables, trasmite lo mejor de ti en cada dispensación y convierte tus consejos en experiencias.
ANTES DE EMOCIONAR, EMPIEZA CON EMOCINARTE EN TU TRABAJO.